28 Diciembre

 Estamos en medio de este largo periodo de fiestas, ya ha pasado lo mas familiar.
 Estos días he podido disfrutar de mis hijos como aun no los había disfrutado, ellos han crecido, son adultos tienen su personalidad, y van comprometiéndose con la sociedad según las circunstancias.
 De Ana me preocupa su futuro laboral, sigue ampliando conocimientos, pero con la edad necesitas organizarte.
 Como todo no puede ser malo, le han dado un contrato en el ayuntamiento, para tres meses media jornada, como arquitecta técnica, (Plan de empleo juvenil) esta que no se lo cree y aun mas de pensar que durante tres meses estará en Gandia, mas cerca de mi, aunque tiene que ir algunas tardes a Valencia, esta haciendo un master en riesgos laborales, de tres especialidades y le queda este curso, le gusta mucho y lo hace con ilusión, no es por que sea mi hija pero es muy trabajadora.
 Pablo es mi pequeñin, como le he dicho estos días mil veces, me ha dado mil abrazos y besos, hemos llorado y reido y nos hemos hablado desde el corazón.
 Estos son Pablo y Ana y detrás de su sonrisa hay buenas personas.

 Hoy me siento mas animada, aunque me salgan las lagrimas con facilidad, y no es por que se hayan ido mis hijos a Valencia para celebrar fin de año con sus respectivos/as novios/as, las lagrimas me salen solas, y no me importa es una forma de desahogarse.
 He estado haciendo cosas de la casa, alguna labor, he recibido visitas, y mañana me levantare con mas energía.
 Mañana he de empezar a ponerme las defensas y me tomare analgésicos para los dolores, es sábado y quiero salir con los amigos a cenar, a Jesús y a mi nos hace falta despejarnos un poco y salir de la rutina semanal. También empezaremos a preparar la cena de fin de año que como siempre celebraremos con los amigos.